Cada día encontramos más gente que padece esta enfermedad y muchos pacientes lo descubren porque amanecen con su mandíbula cansada, con molestias en su cuello o simplemente porque no dejan dormir al resto por el rechinar de sus dientes. Muchos acuden al odontólogo para que les de un plano de relajación a su medida pero muchas veces el plano no relaja, sino mas bien solamente evita el desgaste de los dientes y las personas siguen viviendo el día a día con esas molestias constantes que con el tiempo comenzarán a provocar dolores cervicales que luego se acompañaran en su gran mayoría con fuertes cefaleas, dolores en la columna, etc.

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