• Salud Sin Fármacos Ni Cirugía
Las Últimas Noticias – “No podía caminar mas de una cuadra”
Han pasado dos semanas desde que la patinadora Maria Jose Moya (25) se corono campeona mundial en 200 metros contrarreloj en Rosario, Argentina. Fue su segundo título planetario en categoría adulto, tras el conseguido en Italia el 2012. De vuelta en Chile, fue condecorada como la mejor deportista del año por el COCH y asistió a reuniones varias con autoridades. Era su única semana libre en el año y se le paso volando. Hoy ya está de vuelta en los entrenamientos con miras a los Juegos Panamericanos de Toronto. Pese al trabajo intenso, se le ve llena de energía, feliz. Y ahora, cuando todo anda bien, ella recuerda los momentos duros. Como ese del 2007, cuando comenzó a sentir intensos dolores en los músculos tíbiales anteriores sin que nadie pudiese diagnosticarla. “No podía caminar más de una cuadra y me tenía que sentar. Se hinchaba mucho la zona, se me ponía morada. Sentía dolores insoportables. Estuve dos años sin poder ponerme los patines ni realizar actividad física. Fue terrible, porque desde los cuatro años hago este deporte. Pensé que nunca más iba a competir”, recuerda. -¿Es verdad que incluso fuiste al siquiatra? -Sí. Me dijieron que podía ser una lesión que me autoprovocaba y me mandaron al siquiatra. Y lo único que me encontró fue que estaba con un cuadro de estrés y no me hizo nada. A María José casi no le quedaban esperanzas cuando una compañera le recomendó al Kinesiólogo y terapeuta Omar Abud. “Fue impresionante. En dos o tres sesiones, ya estaba curada. Sana, sana. Descubrimos que era una fatiga muscular por una sobrecarga de entrenamiento y que iba de la mano con problemas hormonales. Hice un tratamiento para mantener el sistema hormonal más normal y así pude volver. Hasta hoy me sigo tratando los tíbiales, porque es una lesión crónica”, dice. En el patinòdromo del Nacional el sol pega fuerte y ahí está María José. “A las ocho de la mañana parto con ejercicios físicos en la ciudad deportiva de Iván Zamorano y luego. A las 12.30 y 17.30 horas, practico en patines. El verano al mediodía es lo más duro, el sol es terrible. Los deportistas de alto rendimiento somos personas anormales. No todos aguantan seis horas diarias entrenando”, asume.