La escoliosis propiamente tal es la desviación lateral de la columna vertebral, asociada a la rotación de los cuerpos vertebrales y su alteración estructural.
La desviación lateral debe tener una magnitud mínima de 10°. El cinco por ciento de la población tiene 5° de desviación lateral, lo que se considera normal.
Por ende, es una patología que está en gran parte de la población y que a veces puede traer consecuencias y otras veces no.
Por lo general consultan a nuestro especialista madres que han llevando a sus hijos a los Doctores y se les ha dicho que tiene una gran escoliosis, pero que no es necesario operar aún a menos que sigan avanzando las curvaturas en forma significativa y puedan tener un riesgo para el paciente.
El tratamiento manual consiste en corregir las vertebras rotadas y disminuir las curvaturas de la columna. Muchos padres preguntan si con eso se va a mejorar. La respuesta es la siguiente: A veces mejoran completamente, pero si la angulación es demasiado marcada sólo se puede disminuir; y también hay casos en los que sólo se puede inhibir el progreso de la curvatura y controlarla con el monitoreo periódico del médico a cargo.
Son muchas las escuelas del ramo y por lo tanto muy diversas las opiniones acerca de los posibles resultados, cosa que suele confundir a los padres del paciente. Pero cabe recalcar que lo más importante al momento de actuar es la experiencia del profesional.
En resumen, el tratamiento consiste en hacer un análisis de lo que está ocurriendo desde el punto de vista de la mecánica corporal, luego se corrige las vértebras que resulte necesario para ayudar al tratamiento de la lesión y se prescribe ejercicios que el paciente lleva a cabo en su casa. Por lo general son tres sesiones al comienzo que luego se reducen a una visita cada tres semanas o mensual, en la que se re-corrige lo que sea necesario y se prescribe nuevos ejercicios.
Así el tratamiento se hace menos tedioso para el paciente y por supuesto para los padres cuando se trata de un menor.
Por último, no hay que olvidar de traer los exámenes que existan, y en el caso de los menores acompañarlos para despejar cualquier duda.