Son muchas las patologías osteo-articulares que nos pueden provocar dolores cuando somos
mayores y muchas de estas acompañan al paciente por años acompañadas de dolores que se
presentan en forma intermitente ya sea como crisis agudas o como simples molestias que van y
vuelven en lapsos de diferente duración.
Entonces no es raro que los pacientes consulten cuando ya su físico está descompensado por los
años de dolencia y manifiestan varios puntos de dolor, sobre todo si han comenzado una nueva
actividad corporal como un deporte por poner algún ejemplo.
El tratamiento que he diseñado para este tipo de pacientes ha tenido muy buenos resultados pero
antes de comenzarlo hay que tener un claro diagnóstico de la enfermedad y no dejar de
considerar, si existen, el consumo de algún fármaco puesto que en su mayoría están poli
medicados y también considerar la presencia de alguna patología previa.
La experiencia que he ido adquiriendo de atender adultos mayores se deja ver en los resultados
conseguidos y en la buena recepción suya y de sus familiares cuando ven la posibilidad de
disminuir los fármacos, siempre con la venia de su médico tratante por supuesto, además de
disfrutar de los beneficios que conlleva una mejor calidad de vida.